Después de 3 meses de confinamiento, poco a poco vamos volviendo a lo que llamamos la “nueva normalidad”. A un Desconfinamiento emocional.

Paradójico nombre, pues lo normal, es lo que ocurre habitualmente o esta aceptado socialmente y lo nuevo es lo que no ha ocurrido hasta ahora. Lo cual implica, un deseo de volver a la situación anterior lo que es imposible, pues a nuestra realidad cotidiana, ha entrado un elemento, hasta ahora inexistente con los consiguiente “efectos secundarios”: uso de mascarillas, distancia mínima entre personas, necesidad de mayor higiene, etc… y también la emoción del miedo.

Es un deseo de volver a la vida anterior, trabajo, amigos, costumbres, etc.  De lo cual la mayoría de nosotros nos quejábamos, por falta de tiempo para estar con nosotros mismos, al menos ese era el motivo de queja de la mayoría y hete aquí que la vida nos da una oportunidad para poder cambiar. ¿Te suena?

Debido a que el descanso lo tenemos asociado a estar en casa, a viajar, estar con los amigos o familiares o hacer deporte, siempre de forma activa y placentera, al estar confinados, conviviendo muchas horas con personas de nuestro círculo íntimo, y trabajando desde casa, nuestras emociones también han cambiado.

¿Como nos sentimos emocionalmente?

¿Cómo nos relacionamos ahora, con nuestro padre, hijo, marido, mujer, hermano? ¿Como siempre, o me he dado cuenta que quiero cambiar?

¿Cómo me relaciono ahora conmigo mismo?

El miedo es un factor importante para el individuo en caso de peligro de muerte. Está ligado con la supervivencia por ello, la acción de salir corriendo o quedarse parado es la manera que tiene de alejarse de un peligro.

El COVID-19, ha despertado las alarmas biológicas y emocionales frente a un peligro del que no podemos huir, por tanto, nos quedamos paralizados y afloran nuestros mecanismos de estrés y ansiedad ligados a nuestros instintos de supervivencia.

Por lo tanto necesitamos un desconfinamiento emocional. Podemos ver ese desconfinamiento como una oportunidad y una ocasión de descubrir las emociones que están detrás de nuestros miedos y estrés.

Como vivamos el desconfinamiento emocionalmente, nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos, y que sea un camino de desarrollo personal. 

Una actitud de aceptación interior, escucharnos más a nosotros mismos. Escucha tus sentimientos y emociones. Explora tu creatividad, escribiendo, pintando, bailando o meditando. Eso te ayudará a estar en el presente, a sentir lo que se esconde detrás. 

Decidir cuándo nos sentimos preparados, y cómo hacemos ese desconfinamiento emocional, respetar nuestros ritmos de ver a familia y amigos, y empezar actividades poco a poco.

Respetar la nueva normalidad, es respetarnos a nosotros mismos y nuestros ritmos emocionales propios.

Buscar un lugar y un tiempo para nosotros mismos de acuerdo con el resto de los que convivimos, incluso para las personas que viven solas es un buen momento para escucharse así mismas y enfrentar sus emociones.

Afrontar nuestras perdidas, sea de una persona querida, o de un trabajo. Darnos el tiempo necesario para vivir esos duelos.

Vivir el día a día, con alegría, que es lo opuesto al miedo, pues cuando estamos alegres o sonrientes, damos información a nuestro cerebro de que todo está bien

Es importante vivir el momento presente, para poder estar respirando tranquilidad, confianza y serenidad.

Es el momento de vivir en el aquí y ahora.

Abrir chat
Escríbeme un Whatsapp :-)
¿En qué puedo ayudarte?