Nos encontramos frente a una situación nunca antes vivida, ¿qué significa esto? Pues nuevas oportunidades respecto a lo que ya conocíamos y que nos mantenía en nuestra zona de confort, ofreciéndonos seguridad.
Todo cambio implica un esfuerzo, en mayor o menor intensidad, pero ¿qué es lo que no cambia? Esta pregunta se la hizo un discípulo a su maestro, y él respondió sin dudarlo, que lo único que no cambia es el cambio.
Lo queramos o no, si miramos a nuestro alrededor, o mejor aún, si nos observamos a nosotros mismos, comprobaremos que nada en nosotros es igual de un día para otro, la piel, el pelo, las uñas,… y no sólo porque las personas se tiñan, se pinten o se
cambien de peinado y de estilo de vestir, sino porque el cuerpo se regenera y cambia continuamente, y así todo lo que nos rodea, ciudades, bosques, nuestro planeta,… como nuestras relaciones, van desapareciendo unas y van apareciendo nuevas
personas que van cambiando nuestras formas de interactuar y lo que esto conlleva, movimiento en nuestras emociones.
Retomando el primer párrafo, respecto a cómo nos situamos en nuestra zona de comodidad o confort, si no existieran los cambios sobrevenidos, nos veríamos sentenciados a permanecer estancados. A veces es necesario un revulsivo para mover
ese estancamiento. En este aspecto y de forma contundente el Covid, ha irrumpido en nuestras vidas como un elefante en una cacharrería, obligándonos, queramos o no, a relacionarnos de otra forma, con nosotros mismos, con los demás e incluso con nuestro entorno, y eso lo debemos tomar como una grandiosa oportunidad de cambio
hacia aquello que más nos conviene y que de otra forma no nos hubiésemos percatado. Aunque a veces sea doloroso, sabemos que los cambios, siempre son para bien, a pesar que en un principio parezca lo contrario.
El aislamiento nos ha permitido conectar con lo más profundo y descubrir facetas desconocidas hasta el momento a nivel individual y de las personas con las que hemos compartido nuestro espacio vital, ahí se han puesto en evidencia las afinidades y las desavenencias, que en algunos casos habrán sido el hilo conductor para sellar lazos de
unión o por lo contrario los habrán roto.
NUEVAS OPORTUNIDADES:
- Abrazar la resiliencia
- Nuevos aprendizajes (tecnologías, teletrabajo, nuevas formas de relación…)
- Templanza
- Agradecimiento
- Adaptación al cambio
- Sanar emociones
- Ser yo mismo/a
- Desarrollar el sentido crítico, el sentido común y la responsabilidad personal
- Cada persona puede añadir oportunidades infinitas
Angela Suárez