¿Sabes cómo me inicié en las Regresiones?
Tenía poco más de 20 años cuando descubrí como paciente, el mundo de las terapias Humanistas, buscando respuestas a mi malestar.
De entre estas terapias, desde un principio me llamaron poderosamente la atención, las Regresiones.
Descubrí en mí misma, experiencias que me ayudaron a superar por ejemplo, mi fobia al vino.
Durante una de las regresiones, pude revivir que en una vida pasada ahogué mis dificultades en la botella.
Cuando estaba brindando en una cena con amigos, me percaté que había superado dicha fobia.
Entre otras formaciones y mientras cursaba los estudios de Psicología en la facultad, tuve la ocasión de participar en una formación de Regresiones, con José María Vilagrasa.
Desde entonces me inicié en la práctica de la regresión como terapeuta.
En 1989, mientras participaba en un curso de macrobiótica en Suiza, conocí a personas italianas, que se mostraron muy interesadas en el tema de las regresiones. A partir de ahí, me
inicié como formadora en los talleres de Regresiones que se organizaron en diferentes ciudades de Italia.
En 1996 tuve la ocasión de participar en los cursos de formación de Anatheóresis que impartía Joaquín Grau. Etimológicamente, este término significa: “Mirar hacia atrás
contemplando el pasado y traerlo al presente, comprendiendo”.
La característica básica de la Anatheóresis, es la originalidad de su enfoque, basado en los principios de los estados perceptivos y sus distintas formas de comunicación.
La experiencia práctica de la terapia de Anatheóresis, y el haber podido trabajar junto a
Joaquín Grau, me ha permitido profundizar en el campo de las emociones que se dan en el embarazo, nacimiento y los primeros años de vida.
A partir de ahí, como Psicóloga, inicio la integración de las diferentes disciplinas en las que me he formado, aplicándola al mundo terapéutico, durante casi 35 años de experiencia.