Te voy a plantear unas preguntas
¿Cuál es tu idea de pareja? ¿Cuál sería tu ideal de pareja? ¿Cómo es tu relación de pareja? ¿Cómo es la relación contigo mism@?
Y ahora piensa un momento ¿Cómo te suenan estas palabras?
-Comunidad
-Cooperación
-Conjunción
-Compromiso
-Comunión
-Comunicación
-Confianza
-Cuidar
¿Entre otras muchas, todas estas palabras qué te dicen, respecto a la relación de pareja?
Seguro que al pensar en todo esto que te planteo, algo se te ha removido.
Las relaciones de pareja, al igual que otras relaciones, forman parte de la evolución social y cultural en la que cada persona está inmersa. Partimos de sociedades en las que se valoraba que las mujeres criaran a sus hij@s, cuidaran de sus mayores, organizaran y administraran el hogar y los hombres se encargaran de que no faltara el sustento de la familia.
Esta organización familiar, determinaba claramente la misión de cada uno y la estructura de pareja. En algunos casos esto ha ido degenerando en forma de poder y abusos.
Siempre hemos pensado que el otr@ nos complementaría aquello que nos falta (mi media naranja). Desde ahí, creemos que nuestra pareja ha de ser perfecta y esto lleva a buscar y depender de la pareja ideal que no existe.
En los últimos tiempos estamos viviendo un cambio de Era, que está repercutiendo en nuestras relaciones en todos los sentidos.
¿Cómo me trato a mi mism@? ¿Me exijo y me critico o soy capaz de respetarme y valorarme?
El primer paso es encontrar la armonía personal entre la parte masculina y femenina, en el cuidado y el sustento de uno mism@. A partir de esta armonía conmigo mism@, puedo relacionarme con la pareja desde el igual, para poder lograr la comunicación plena desde la cooperación, la libertad, el cuidado, la confianza, el compromiso… Aceptando al otr@ tal como es, creando un relación de pareja desde la luz y el amor. Una pareja de luz.